CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa ha denunciado "la injusticia" del aborto en el 70º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fue adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en París el 10 de diciembre de 1948.
"Numerosas formas de injusticia, alimentadas por visiones antropológicas reductivas, persisten en el mundo de hoy (...). Pienso, entre otras cosas, en los niños por nacer a quienes se les niega el derecho a venir al mundo", ha defendido el Pontífice en un mensaje que ha enviado a los participantes de un convenio internacional sobre los derechos humanos en el mundo contemporáneo en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma.
Francisco ha manifestado que detrás del incumplimiento de los principios fundamentales de la Declaración, hay un modelo "antropológico" y "económico" basado en el beneficio "que no duda en explotar, descartar e incluso matar al hombre".
"Mientras una parte de la humanidad vive en la opulencia, otra parte ve que su propia dignidad es repudiada, despreciada o pisoteada mientras que sus derechos fundamentales son ignorados o violados", ha exclamado.
Para el Papa, la sociedad contemporánea está llena de "numerosas contradicciones" que llevan a preguntarse "si existe de verdad la igualdad de dignidad de todos los seres humanos".
Así, el Pontífice ha enumerado a varios
sujetos de la sociedad que se ven privados de sus derechos: "Los que no
tienen acceso a los medios indispensables para una vida digna; a los
excluidos de una educación adecuada; a aquellos que son injustamente
privados de trabajo o forzados a trabajar como esclavos; a aquellos que
están detenidos en condiciones inhumanas, que están siendo torturados; a
las víctimas de desapariciones forzadas y sus familiares".
El Papa no ha querido dejar de nombrar a los migrantes que "viven en un clima dominado por la sospecha y por el desprecio" y "son objeto de actos de intolerancia, discriminación y violencia por motivos de raza, etnia o religión".
El Papa no ha querido dejar de nombrar a los migrantes que "viven en un clima dominado por la sospecha y por el desprecio" y "son objeto de actos de intolerancia, discriminación y violencia por motivos de raza, etnia o religión".
"No puedo dejar de recordar a cuántas personas sufren
múltiples violaciones de sus derechos en el trágico contexto de los conflictos armados,
mientras que los mercaderes de la muerte sin escrúpulos se enriquecen
con el precio de la sangre de sus hermanos y hermanas", ha asegurado.
El Pontífice ha llamado a los líderes políticos a poner en práctica medidas que pongan los derechos humanos en el centro y ha invitado a todos los cristianos a contribuir con "coraje y determinación" en su respeto.
El Pontífice ha llamado a los líderes políticos a poner en práctica medidas que pongan los derechos humanos en el centro y ha invitado a todos los cristianos a contribuir con "coraje y determinación" en su respeto.
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