CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco dio a los indigentes como regalo de Navidad una
nueva clínica en la Plaza de San Pedro donde podrán acceder a atención
médica, informó el Vaticano el sábado, en su más reciente medida para
ayudar a los desposeídos de Roma.
La organización humanitaria
Católica Romana Caritas estimó a fines del año pasado que había más de
16.000 indigentes en Roma y que la cantidad de ellos que se congrega
cerca del Vaticano ha aumentado ostensiblemente en los últimos años,
especialmente durante la noche, cuando se apiñan bajo pasajes
comerciales para dormir.
La
nueva clínica con tres salas de visitas estará abierta tres días a la
semana y será atendida por médicos voluntarios de los servicios médicos
del Vaticano y de hospitales de Roma.
Especialistas en pies
estarán disponibles una vez a la semana.
Organizaciones humanitarias
afirman que los indigentes sufren particularmente de dolencias en los
pies debido a que rara vez se sacan los calcetines y zapatos y también
usan calzado que no les queda bien, lo que provoca problemas como
infecciones con hongos, ampollas y callosidades.
La
nueva clínica reemplazará a una temporal más antigua que está cerca y
que también había sido establecida por el Papa Francisco, de 82 años.
Además, el Sumo Pontífice ha abierto instalaciones donde los indigentes
pueden bañarse y cortarse el cabello.
Cuando no esté atendiendo a
los indigentes, la nueva clínica -construida en el terreno de la
antigua oficina de correos del Vaticano- servirá como un puesto de
primeros auxilios para peregrinos y turistas.
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