COLOMBO.- El Papa Francisco afirmó hoy que "el verdadero culto de Dios
no lleva a la discriminación, al odio y a la violencia sino al respeto
de la vida", durante la misa para la canonización del cingalés José Vaz,
en Colombo, en su segundo día de visita a Sri Lanka.
"El
verdadero culto de Dios no lleva a la discriminación, al odio y a la
violencia sino al respeto de la sacralidad de la vida, al respeto de la
dignidad y la libertad de los demás y al compromiso de amor por todo", dijo el Papa en el parque Galle Face Green de Colombo ante cientos de miles de personas.
Además,
al recordar la figura de Vaz, un misionero indio nacido en la colonia
portuguesa de Goa, que llegó a Sri Lanka en el siglo XVII cuando se
vivía una persecución a los católicos, Francisco clamó por la libertad
religiosa de la que dijo es "un derecho humano fundamental".
"Toda persona debe ser libre individualmente o en unidad con otros para buscar la verdad
y para expresar abiertamente sus convicciones religiosas, libre de
intimidaciones y de coacciones externas", agregó el pontífice argentino.
Su
homilía estuvo principalmente dedicada a exaltar la figura de Vaz
(1651-1711), el que será el primer santo para los católicos de Sri
Lanka, que son cerca el 6,2% de la población, que conviven con budistas,
hindúes y musulmanes.
Del nuevo santo, Francisco destacó que fue un sacerdote ejemplar y a los religiosos de hoy, el pontífice los animó a "encontrar en José Vaz una guía segura".
"Él
nos enseña a salir a las periferias para que Jesucristo sea amado en
todas partes. Es ejemplo de sufrimiento paciente por el Evangelio, de
obediencia a los superiores y de solicitud amorosa para la Iglesia de
Dios".
Explicó cómo el nuevo santo vivió en un periodo en el que los católicos eran una minoría
y a menudo divididos entre si, que sufrían hostilidades e incluso
persecución, "pero a pesar de ello llegó a ser para todas las personas
un icono viviente del amor misericordioso y reconciliador de Dios".
"También enseñó a ir más allá de las divisiones religiosas al servicio de la paz", subrayó.
Por
último destacó su ejemplo como misionero, que le llevó a presentar "la
verdad y la belleza del Evangelio en un contexto multirreligioso con
respeto, dedicación, perseverancia y humildad".
El Papa señaló en
su homilía cómo "la Iglesia católica en Sri Lanka no hace distinción de
raza, credo, tribu, condición social y religión en el servicio que
ofrece a través de sus escuelas, hospitales, clínicas y muchas otras
obras de caridad".
"Lo único que pide -destacó- es libertad para llevar a
cabo su misión".
Jorge Bergoglio concluyó pidiendo a los cristianos de este país que se mantengan firmes en la fe y contribuyan a dar cada vez más a la paz, a la justicia y la reconciliación en la sociedad de Sri Lanka".
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