CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco ha condenado este lunes las "formas tergiversadas
de religión" tras "la trágica masacre de estos últimos días" en París
durante su tradicional discurso anual al cuerpo diplomático acreditado
ante la Santa Sede. El Pontífice ha deplorado la "cultura del rechazo al
otro", que genera "violencia y muerte" y que convierte al ser humano
"en esclavo, ya sea de las modas, del poder, del dinero, incluso a veces
de formas tergiversadas de religión", ha dicho.
En este sentido, ha pedido a líderes religiosos, políticos e
intelectuales, "especialmente a los musulmanes" que condenen toda
interpretación fundamentalista y extremista de la religión. Por el
contrario, el Pontífice ha subrayado que la "cultura del encuentro es
posible" y ha dicho que la reciente decisión de Estados Unidos y Cuba de
poner fin a un silencio reciproco por el bien de sus ciudadanos es un
"ejemplo de diálogo" que hay que seguir. "La cultura del encuentro es
posible, lo experimenté en mi visita a Albania, una nación llena de
jóvenes, que son la esperanza para el futuro", ha comentado el Santo
Padre a este respecto.
En su alocución, el Papa no se ha olvidado de los cristianos y otras
minorías religiosas, como los yazidíes que son perseguidos en Oriente
Próximo. De este modo, ha pedido que los gobiernos no sean
"indiferentes" porque "un Oriente Próximo sin cristianos está
desfigurado y mutilado".
«Una guerra mundial en pedazos»
El Pontífice ha recordado que el fundamentalismo religioso "toca a
muchísimos países" y ha evidenciado su preocupación por el aumento de la
violencia en Nigeria, donde la furia de Boko Haram ha causado
centenares de muertos. Así, también ha hablado del "trágico fenómeno de
los secuestros de personas", muchas veces mujeres que representan un
"execrable comercio que no puede continuar", al tiempo que ha condenado
toda violación a mujeres al considerarlo una "gravísima ofensa" a su
dignidad.
Durante su discurso, también ha expresado su dolor por las
"dramáticas situaciones" en Libia, República Centroafricana, Sudán del
sur, en el cuerno de Africa y en Congo, donde "no cesa el creciente
número de víctimas entre la población civil y miles de personas están
obligadas a huir".
"Constatamos con dolor el continuo difundirse de
conflictos, como una verdadera guerra mundial combatida en pedazos", ha
exclamado el Papa, que ha mencionado a las víctimas del ébola, "la lepra
de este tiempo".
También ha mencionado su viaje que inicia este lunes a Sri Lanka y
Filipinas, segundo viaje al continente asiático y ha reiterado su
llamado al diálogo entre las dos Coreas porque son "países hermanos", ha
dicho.
Por otro lado, como ya hiciera ante el parlamento europeo en
Estrasburgo, ha reiterado que "no se puede tolerar que el Mar
Mediterráneo se convierta en un gran cementerio" y ha pedido a los
países europeos, especialmente a Italia, que no cedan "al desaliento que
reina debido a crisis económica" y que, según Francisco, "genera
desconfianza en todo el mundo".
Además, ha incidido en la necesidad de solucionar "las causas y no
sólo los efectos" en cuestiones migratorias y así ha llamado ayudar a
los países de origen porque así los inmigrantes podrán "volver a su
patria y contribuir en su crecimiento y desarrollo".
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