COLOMBO.- El papa Francisco revolucionó hoy el
programa oficial al entrar en un templo budista, recibir al expresidente
cingalés que perdió las elecciones el pasado 8 de enero, Mahinda
Rajapaksa, y saludar a los obispos del país, cuya visita había tenido
que anular.
El portavoz del vaticano, Federico Lombardi, explicó
hoy en una rueda de prensa que a su regreso del santuario mariano de
Mahdu, en el norte del país, decidió por sorpresa visitar el templo llamado Mahabodi Viharaya de un monje budista, Banagala Upatissa, quien le había invitado en una ocasión que se encontraron en el Vaticano y a quien también saludó en el aeropuerto.
Según
Lombardi, la visita duró unos 20 minutos y sólo antes Juan Pablo II en
su viaje a Tailandia en 1984 había entrado en un templo budista.
El
papa escuchó en silencio las explicaciones sobre el templo y algunos
cantos, explicó Lombardi a la pregunta sobre si Francisco había rezado
con los budistas.
Pero además, ya en el nunciatura apostólica de
Colombo, donde se ha alojado estos dos días, Francisco recibió la visita
del expresidente Mahinda Rajapaksa, quien había organizado el viaje
pero perdió las elecciones celebradas el pasado 8 de enero y no pudo así
saludar al pontífice.
Francisco llegó de Mahdu donde celebró una oración en el santuario mariano "muy tranquilo y contento" y por ello decidió incluir estos tres eventos en su agenda, añadió Lombardi.
Asimismo
quiso mantener un encuentro con los 20 obispos cingaleses a quienes no
pudo visitar ayer porque acumuló demasiado retraso, y aprovechó su
regreso temprano de Mahdu para visitarles, también por sorpresa, en el Arzobispado.
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