jueves, 13 de mayo de 2021

El cardenal Tolentino Mendonça pide desde Fátima que la crisis sanitaria no sea una crisis de esperanza




FÁTIMA.-El cardenal Tolentino Mendonça advirtió hoy sobre las otras crisis derivadas de la pandemia covid-19, como la precariedad laboral y la pobreza, y pidió que no se trate de una crisis de esperanza.

"La crisis sanitaria ha activado otras crisis, en el ámbito social, en la precariedad laboral, en el agravamiento de las dificultades económicas, en la pobreza que crece y no sólo entre los segmentos considerados más frágiles, en el debilitamiento del ámbito educativo, en la disminución de presencias en las comunidades cristianas y en la incertidumbre que pesa sobre la vida de tantos", afirmó Tolentino Mendonça.

El cardenal, que preside la peregrinación internacional del aniversario de mayo al Santuario de Fátima, que ha comenzado hoy, recordó que la pandemia "ha cobrado vidas y ha sembrado el dolor" y se remontó a los sucesos de Cova da Iria, en 1917.

"De repente, nos sentimos trasladados a la época de los santos pastores Francisco y Jacinta Marto, cuando la pandemia de fiebre española se cobraba millones de víctimas", dijo en la homilía que siguió a la procesión de las velas, pidiendo a la Virgen de Fátima que "ilumine el dolor de todos, sin fronteras ni distinciones", de los cercanos y de los lejanos, de los creyentes y de los no creyentes, "como si fueran uno solo".

"Que escuches, en el silencio de esta noche, la fatiga y los esfuerzos, la soledad y las lágrimas, el cansancio y las necesidades de todos, que veles por la gran familia humana herida y nos movilices a todos para el urgente reto de consolar, cuidar y reconstruir", continuó el archivero y bibliotecario del Vaticano.

La Virgen de Fátima también pidió que la crisis actual "no se convierta en una crisis de esperanza", ya que la esperanza es necesaria para "mirar más adelante, para ganar confianza y para compartir".

"Necesitamos esperanza para transformar los obstáculos en caminos y los caminos en nuevas oportunidades", subrayó.

Señalando que la presencia en Fátima no es sólo para pedir, sino también para dar gracias, el cardenal destacó que si cada persona "tiene una historia de sufrimiento que contar, también tiene historias de amor, de reencuentro, de ayuda mutua y de solidaridad y estas historias constituyen un patrimonio" que no puede olvidarse, así como "el testimonio de quienes ponen el bien de los demás por encima de su propio bien".

En un recinto en el que estaban presentes 7.500 personas, el máximo permitido debido a la pandemia del covid-19, el cardenal destacó que "las turbulencias de la pandemia" ayudaron a "identificar lo esencial con mayor claridad", dirigiéndose de nuevo a la Virgen, para pedir que "este dolor sirva para algo".

"Que todo este sufrimiento nos haga mejores, más espirituales, más humanos y más fraternos", añadió.

La semana pasada, el Santuario de Fátima, en el municipio de Ourém (Santarém), anunció que las celebraciones de la peregrinación del 12 y 13 de mayo tienen un límite de 7.500 personas, justificando que la pandemia del covid-19 "no ofrece todavía garantías" para acoger "sin reservas" a todos los fieles.

En 2020, debido a la pandemia, la peregrinación de los días 12 y 13 de mayo al Santuario de Fátima tuvo lugar sin fieles, lo que ocurrió por primera vez en la historia del templo mariano. En la peregrinación de octubre no se alcanzó el límite estipulado de 6.000 personas.

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