CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco condenó hoy el culto que se rinde a los "pequeños ídolos" como el poder, la apariencia o la superioridad y dijo que estos solo traen consigo "tristeza, esclavitud y miedo".
"Pequeños ídolos a los que le rendimos culto: el culto al
poder, a la apariencia y a la superioridad. Ídolos que solo prometen
tristeza, esclavitud y miedo", lamentó hoy Jorge Bergoglio durante la
misa por la Solemnidad de la Epifanía del Señor, celebrada en la
basílica de San Pedro.
El papa dio inicio a esta celebración a las 10.00 horas
locales, después de dirigirse en procesión hasta el altar mayor de la
basílica vaticana y besar allí una imagen del Niño Jesús.
Después, pronunció ante los presentes una homilía en la que
se centró en describir cuán diferente fue la actitud de los Reyes Magos y
de Herodes, ante el nacimiento de Jesús.
En este sentido, Francisco recordó que Herodes no quiso
adorar a Jesús, porque "buscaba que lo adorasen" a él, mientras que los
Reyes Magos sí se habían puesto en camino hacia Belén porque "tenían el
corazón abierto al horizonte" y "estaban abiertos a una novedad".
"La nostalgia de Dios nos saca de nuestros encierros
deterministas, esos que nos llevan a pensar que nada puede cambiar. La
nostalgia de Dios es la actitud que rompe aburridos conformismos e
impulsa a comprometernos por ese cambio que anhelamos y necesitamos",
dijo el pontífice ante los miles de fieles que asistieron a esta misa.
"El creyente 'nostalgioso', movido por su fe, busca a Dios en los
lugares más recónditos de la historia (...). Va a la periferia, a la
frontera, a los sitios no evangelizados para poder encontrarse con su
Señor; y lejos de hacerlo con una postura de superioridad lo hace como
un mendicante", añadió.
En contraposición, señaló, aquellos que como Herodes duermen
"bajo la anestesia de una conciencia cauterizada" quedan desconcertados
"frente a la novedad que revoluciona la historia" y se encierran "en
sus logros, en sus saberes, en sus éxitos".
Sentados "sobre su riqueza sin lograr ver más allá",
continuó, quieren "controlar todo y a todos".
"Es el desconcierto del
que está inmerso en la cultura del ganar cueste lo que cueste. (...) Un
desconcierto que nace del miedo y del temor ante lo que nos cuestiona y
pone en riesgo nuestras seguridades y verdades, nuestras formas de
aferrarnos al mundo y a la vida", expuso.
Por ello, frente a estas situaciones, Francisco defendió la
"nostalgia de Dios" que permite "tener los ojos abiertos frente a todos
los intentos 'reductivos' y empobrecedores de la vida".
En esta jornada en la que la Iglesia católica celebra la
Epifanía del Señor, el papa ha querido tener un gesto de solidaridad con
los más pobres y unos 300 sintecho podrán disfrutar de un tentempié
ofrecido por el Vaticano, informó Limosnería Apostólica vaticana en un
comunicado.
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