domingo, 8 de enero de 2017

El cardenal Agostino Vallini abre en España el III Año Jubilar de la Vera Cruz de Caravaca, Murcia


CARAVACA DE LA CRUZ.- El cardenal Agostino Vallini, Vicario General del Papa para la diócesis de Roma, presidió esta mañana,  por invitación del obispo de Cartagena, monseñor Lorca Planes, la solemne celebración de la III Apertura del Año Jubilar de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, que tuvo lugar en la basílica menor-santuario de la Vera Cruz, en el noroeste de la región española mediterránea de Murcia.

 “Para gloria y exaltación de nuestro Señor Jesucristo, para testimonio del amor misericordioso y redentor de Dios a la humanidad, para aumento de la fe y de la vida cristiana en el pueblo fiel, declaramos abierta la celebración del tercer Año Jubilar perpetuo en esta Basílica-Santuario de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”. Con estas palabras, el cardenal Agostino Vallini  inauguraba  el Año Jubilar de Caravaca.

Vallini mostró su alegría por ser “el primer peregrino llegado desde Roma” para ganar el jubileo en Caravaca y recordó que desde esta localidad, el mensaje de la cruz atravesó fronteras “para convertirse en un anuncio de fe y de salvación en el mundo entero, sobre todo entre los pueblos hispánicos y de las Américas”.

Invitó, además, a los presentes a fijar la mirada en el “Crucificado glorioso, seguirlo haciendo nuestra la lógica misteriosa del amor”.

“Hemos celebrado hace poco el Jubileo de la Misericordia y hoy en Caravaca damos inicio al Año Santo de la Cruz. Somos invitados a continuar, en una intensa experiencia de fe, a descubrir nuevamente el centro de nuestra fe, a regresar a lo esencial”.

Vallini llamó en la basílica de la Vera Cruz, donde la tradición cristiana venera desde el siglo XIII una astilla de aquella en la que fue crucificado Jesús, a "vivir una intensa experiencia de la fe para descubrir el centro y regresar a lo esencial". Y destacó el cariño y la devoción de un pueblo que desde el siglo XIII venera un Lignum Crucis, un trozo del leño santo donde fue crucificado Jesús.

«Soy el primer peregrino de la Diócesis de Roma», declaró, e invitó a todos a peregrinar a la Cruz, «no como signo de dolor y sufrimiento, sino como Cruz Gloriosa, tal como se ha entendido aquí desde hace siglos».

El comisario del Año Jubilar, Jesús Aguilar, leyó la carta enviada por la Nunciatura Apostólica con un mensaje del Santo Padre. El Papa Francisco animaba a los presentes “a vivir este tiempo de gracia para que, contemplando el Misterio de la Encarnación y del sacrificio redentor de nuestro Señor Jesucristo en la cruz, los confirme en la fe, la esperanza y el amor”.

Monseñor Lorca Planes ha agradecido el interés que la Santa Sede manifiesta por este Año Jubilar, poniendo incluso a disposición del mismo la Opera Romana Pellegrinaggi. “Es sin duda un motivo más para seguir pidiendo por el Santo Padre y su Magisterio y desvelos por la Iglesia y los problemas de la Humanidad”, explicó el Obispo de Cartagena.

Y saludó a los presentes y le agradeció al cardenal Vallini su visita a Caravaca para presidir esta apertura. Recordó que la Cruz de Cristo es la meta de la peregrinación en este Año Jubilar. “Caravaca de la Cruz es una ciudad privilegiada, porque guarda un tesoro, el tesoro del alcance del amor y de la misericordia de Dios, ¡un amor hasta la Cruz! Precisamente, en esta Cruz que besamos, es donde estuvo clavado el Salvador del mundo”.

El obispo de Cartagena indicó al Vicario de Roma que las limosnas de los peregrinos recogidas durante este Año Jubilar tendrán dos destinos: una parte se enviará a la Santa Sede, para que el Papa disponga según las necesidades de la Iglesia, y la otra se destinará a Proyecto Hombre en la comarca del Noroeste de la Región de Murcia.

El III Año Jubilar de la Vera Cruz de Caravaca abrió sus puertas este domingo tras la celebración de la Misa para inaugurar este hito, el tercero desde que el Papa Juan Pablo II lo concediese en 1998 con carácter perpetuo.

A las 10,30 de la mañana se celebraba la Eucaristía de apertura del Año Jubilar, una celebración presidida por el Vicario General de Roma, cardenal Vallini, que estuvo acompañado por el obispo de Cartagena, monseñor Lorca Planes, y otros prelados, como el arzobispo emérito de Burgos, Francisco Gil Hellín; el arzobispo metropolitano de Granada, Francisco Javier Martínez Fernández; el obispo de Guadix, Ginés García Beltrán; y el obispo de Gurué (Mozambique), Francisco Lerma Martínez.

También acompañaron Liberio Andreatta, vicepresidente y administrador de la Obra Romana de Peregrinaciones, junto con el Vicario de la Zona, Jesús Aguilar Mondejar y el rector de la Basílica, Emilio Andrés Sánchez Espín, así como más de 30 sacerdotes entre los que se encontraban los rectores de los tres Seminarios de la Diócesis de Cartagena, unos 70 seminaristas, y el padre Norbert Hoffmann, de Alemania.

Más de 300 personas, invitadas por la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, asistieron a la celebración oficiada por el cardenal Vallini, al que acompañaron esas altas dignidades de la Iglesia Católica, entre ellos, monseñor Liberio Andreatta, vicepresidente y administrador de la Obra Romana de Peregrinaciones.

El obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, habló en este acto de la sal "que evita la corrupción" y la luz "que alumbra con la lámpara de la verdad, la justicia y la paz".

En el solemne acto se ha recibido por los asistentes la gracia que concede la Iglesia Católica en la participación de las celebraciones que a partir de esta fecha tendrán lugar en la Basílica Santuario de la Vera Cruz de Caravaca.


Caravaca de la Cruz aparece también en el catálogo para 2017 de la Obra Romana de Peregrinación como nuevo destino con un programa de varios días que incluye Murcia, Mula y Caravaca de la Cruz. Este turoperador es referente mundial en peregrinaje y se mantendrá la colaboración para convertirse en prescriptor.

Este privilegio papal del que solo disponen además Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y el monasterio de Santo Toribio de Liébana, en la localidad cántabra de Camaleño, quiere ser aprovechado por el Gobierno regional autónomo para dar un fuerte impulso al turismo religioso en una de las dos regiones más católicas de España junto con Navarra.

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