DUBLÍN.- El primado de la Iglesia católica irlandesa, el cardenal Sean Brady,
ha pedido perdón por los abusos cometidos por religiosos en este país contra
menores, después de que el papa Francisco aceptase hoy su solicitud de
jubilación. El arzobispo de Armagh envió el pasado agosto una carta al
pontífice en la que pedía que aceptase su retirada del cargo tras
cumplir los 75 años, según establece el Derecho Canónico.
El anterior papa, Benedicto XVI, ya nombró en 2013 a Eamon Martin, de
52 años, arzobispo coadjutor de la archidiócesis de Armagh y sucesor de
Brady, acusado en los últimos años de haber ocultado casos de curas
pederastas. Brady envió un mensaje de despedida durante una misa
celebrada hoy en la catedral de San Patricio de Armagh (Irlanda del
Norte) y aprovechó para citar el lema del pontificado de Francisco,
"Miserando atque eligendo" ("Lo miró con misericordia y lo eligió"),
tomado de las homilías de san Beda el Venerable.
Según el primado
retirado, esa frase le "inspira y presenta desafíos" porque significa
que "Dios tiene piedad y al mismo tiempo nos elige, a pesar de nuestros
pecados".
"Me recuerda que yo también tengo que pedir disculpas y pedir perdón.
Y ahora lo hago de nuevo. Al mismo tiempo, el lema del papa Francisco
me inspira para confiar en la misericordia de Dios y para rezar para
tener siempre fuerza para hacer lo que a Jesús le gustaría que hiciera",
dijo Brady. La sucesión del cardenal se produce después de que en los
últimos años se pidiera en numerosas ocasiones su dimisión por su
implicación en un escándalo de supuesta ocultación de abusos sexuales a
menores.
El propio Brady se vio salpicado por este asunto en marzo de 2010,
cuando los medios locales revelaron que, cuando era sacerdote en 1975,
estuvo presente en dos reuniones en las que se pidió a dos niños
víctimas de los abusos del cura Brendan Smyth que hicieran un voto de
silencio. Según aquellas informaciones, el primado no alertó entonces ni
a los padres ni a las autoridades civiles sobre los abusos porque,
según explicó él mismo, participó en aquella investigación en calidad de
mero administrativo, solo para tomar notas e informar a sus superiores.
Tras un periodo de "reflexión", Brady anunció dos meses después que
no iba a dimitir, aunque confesó que había pedido al Vaticano el
nombramiento de un obispo que le ayudara «a desarrollar el vital trabajo
de curación, arrepentimiento y renovación». En 2009 se conocieron dos
informes oficiales que desvelaron que durante décadas centenares de
niños irlandeses sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes.
El Informe Ryan sacó a la luz que en los últimos setenta años miles
de menores sufrieron abusos sexuales y torturas físicas y psíquicas en
instituciones estatales regentadas por religiosos. El Informe Murphy
desveló que 400 niños fueron víctimas de abusos por parte de 46
sacerdotes de la archidiócesis de Dublín entre 1975 y 2004.
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