CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco ha celebrado este martes el 65 aniversario de la
ordenación de su predecesor, el Papa emérito Benedicto XVI, en lo que
supone un gesto de unidad entre los dos pontífices. A la inusual
celebración en la Sala Clementina del palacio pontificio ha asistido
buena parte de la jerarquía de la Santa Sede, entre ellos numerosos
cardenales y monseñores de la Curia Romana.
El Papa emérito, de 89 años, que renunció al cargo en 2013, el
primero en hacerlo en siete siglos, ha permanecido sentado sentado y
vestido de blanco durante la ceremonia presidida por el Pontífice
argentino. "No ha sido reducido a un rincón. Al contrario y eso lo dice
con fuerza su sucesor, que escogió llamarse Francisco", ha afirmado
Bergoglio al asegurar que su predecesor sigue sirviendo a la Iglesia.
"Usted, santidad, sigue sirviendo a la Iglesia, no deja de contribuir de
verdad con vigor y sabiduría a su crecimiento", ha agregado Francisco.
Benedicto XVI se ordenó junto con su hermano mayor, Georg, en 1951 y
ejerció como Pontífice entre 2005 y 2013. Improvisando, Francisco le ha
dado las gracias por "el sano y sabio sentido de humorismo" que maneja.
Respeto y lealtad recíproca
Durante la ceremonia, los dos pontífices, con sus sotanas blancas, se
han abrazado en un gesto de respeto y lealtad recíproca. Benedicto XVI,
sin un texto preparado, en pie y con voz clara y segura, ha dado las
gracias al papa Francisco por la celebración, tras mencionar a varios
teólogos y citar textos griegos con gran lucidez.
El Papa argentino recalcó el domingo pasado a los periodistas en el
vuelo de regreso de su viaje a Armenia que Benedicto XVI no había
querido conservar parte de su poder dentro de la curia romana tras su
retiro en un monasterio dentro del Vaticano después de su renuncia en
2013. Francisco aprovechó para aclarar ante la prensa que "sólo hay un
Papa" y que Benedicto XVI "no es el segundo Papa", señaló. "Tras su
renuncia prometió obediencia y así ha sido", precisó.
Francisco también contó una anécdota en el avión sobre "algunos
(curas) que fueron a quejarse con él del nuevo Papa. Con su buena
educación alemana, los sacó corriendo" (...) Es que es un hombre de
palabra, serio, muy recto", comentó.
Francisco considera a Benedicto XVI como a "un abuelo sabio", "un
hombre de coraje, muy inteligente", que "protege mis hombros y mi
espalda con su oración", según aseguró.
A mediados de julio, Francisco ya había rendido homenaje público a
"un hombre que personifica la santidad, un hombre de paz, un hombre de
Dios", en el prefacio del libro con las homilías del Papa emérito.
La ultima vez que había aparecido en público Benedicto XVI fue
durante la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro el
pasado 8 de diciembre, con motivo de la inauguración del Jubileo de la
misericordia. Desde entonces se aseguraba que estaba muy enfermo y con
problemas para caminar.
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