CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco
defendió la necesidad de cuidar a las empresas, "un bien de interés
común" que necesita adoptar una ética que sitúe en el centro de la
economía al ser humano y a la comunidad.
"La empresa es un bien de interés común. Por mucho que sea un bien de
propiedad y gestión privada, por el simple hecho de perseguir objetivos
de interés e importancia general, como por ejemplo el desarrollo
económico, la innovación, y el empleo, debería cuidarse como un bien
'per se'", señaló.
Y añadió: "A este cuidado están llamadas, en primer lugar, las
instituciones, pero también los empresarios, los economistas, las
agencias financieras y bancarias y todos los sujetos involucrados, que
deben actuar con competencia, honestidad y sentido de la
responsabilidad".
En este sentido, el pontífice defendió durante un encuentro con la
Unión Cristiana de Dirigentes Empresariales (UCID) que la economía
"necesita una ética para su correcto funcionamiento".
"No una ética cualquiera, sino una ética que ponga en su centro a la persona y a la comunidad", subrayó.
Bergoglio afirmó que "las empresas pueden convertirse en lugares de
santificación" mediante "la colaboración para el interés común" entre
empresarios, dirigentes y trabajadores.
También calificó de "decisiva" la atención a la calidad de la vida
laboral de los trabajadores, que en su opinión constituyen "el recurso
más precioso de una empresa".
En particular destacó la necesidad de "favorecer la armonización entre trabajo y familia".
"Pienso particularmente en las trabajadoras: el reto es cuidar al
mismo tiempo tanto su derecho a un trabajo plenamente reconocido tanto a
su vocación en la maternidad y en la presencia en familia", dijo.
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