El denominado escándalo "Vatileaks 2", por el que continúa arrestado el
ex colaborador del papa en temas económicos Lucio Vallejo Balda acusado
de filtrar documentos confidenciales sobre la comisión encargada por el
Santo Padre encargada de revisar las cuentas del Vaticano, ha
fortalecido sin embargo la imagen del Sumo Pontífice a horas de la
aparición pública de los dos libros que anuncian documentos reservados e
incluso grabaciones secretas hechas a Francisco.
De hecho, el propio Papa Francisco pidió en las últimas horas seguir adelante “con serenidad y determinación”, tras una filtración de documentos confidenciales de su proceso de reforma a la estructuras financieras del Vaticano que son recogidos en los libros "Via Crucis" de Gianluigi Nuzzi y "Avaricia", de Emiliano Fittipaldi.
Según la información adelantada en medios italianos, en "Vía Crucis" Francisco reconoce que “los gastos están fuera de control" en el Vaticano y muestra sus reparos al proceso de contrataciones de la Santa Sede.
“Si no sabemos guardar el dinero, que se ve; cómo vamos a guardar las almas de los fieles, que no se ven”, es otra de las frases que se atribuyen al Santo Padre, luego de que fuera grabado sin su consentimiento en diversos diálogos.
En otro de los pasajes atribuidos al Santo Padre, el papa argentino no hace más que reclamar orden y procesos transparentes en las cuentas vaticanas.
Según el texto, el Papa comenta que «uno de los responsables me decía: "Pero vienen con la factura, y tenemos que pagar…" Pues no, ¡no se paga! Si algo se hace sin presupuesto previo y sin autorización, no se paga (…) ¡Claridad! Esto se hace en las empresas más modestas y tenemos que hacerlo también nosotros».
Por las filtraciones que sirvieron de material para los dos libros que estarán a la venta desde este jueves de manera coordinada, el Vaticano fijó su mira en Vallejo Balda, ex secretario de la Prefectura para los Asuntos Económicos del Vaticano, y Francesca Immacolata Chaouqui, experta en relaciones públicas.
Ambos formaron parte de una comisión instituida en 2013 por el entonces recién entronizado papa Francisco para asesorarlo en los cambios administrativos que necesitaba el Vaticano, aunque luego no fueron convocados para formar parte de la secretaría de asuntos económicos en la que el Santo padre designó al cardenal australiano George Pell.
"Vi apenas al Papa. Sus palabras: sigamos adelante con serenidad y determinación“, señaló en la noche del martes el “número tres” del Vaticano, el sustituto de la Secretaría de Estado, Giovanni Angelo Becciu, en su perfil de Twitter, ratificando el impulso del Sumo Pontífice a la investigación.
Apenas horas antes, Chaouqui negaba su participación en las filtraciones en el segundo interrogatorio al que fue convocada por las autoridades del Vaticano tras haber sido liberada el fin de semana.
"Yo estoy muy bien. No tengo nada que ver con los hechos. Es el monseñor quien ha tratado de acusarme", se defendió en las rdes sociales la RRPP de 33 años.
Vallejo Balda, en cambio, permanece en una celda de seguridad dentro del cuartel general de la Gendarmería Vaticana, en el mismo lugar donde fue detenido en 2012 Paolo Gabriele, el “cuervo” responsable de las filtraciones que dieron origen al primer “Vatileaks” durante el pontificado de Benedicto XVI.
Por su parte, el secretario de la Conferencia Episcopal Italiana, Nuncio Galantino, quien se entrevistó con Francisco aseguró no haberlo visto “particularmente amargado” y afirmó que la fuga de documentos “no es una debacle de la Iglesia” sino “un momento bello”, en el que “están emergiendo las negatividades y fragilidades”.
Galantino subrayó que las supuestas filtraciones de documentos clasificados (VatiLeaks) “seguramente” se deben a que “alguien teme el proceso de renovación”del Papa Francisco.
Según Nuzzi, debido a la mala gestión de las finanzas vaticanas, se han registrado "pérdidas por diferencias en el inventario" y "agujeros" de hasta 700.000 euros en el balance del supermercado del Vaticano y de 300.000 euros en el de la farmacia vaticana.
De hecho, el propio Papa Francisco pidió en las últimas horas seguir adelante “con serenidad y determinación”, tras una filtración de documentos confidenciales de su proceso de reforma a la estructuras financieras del Vaticano que son recogidos en los libros "Via Crucis" de Gianluigi Nuzzi y "Avaricia", de Emiliano Fittipaldi.
Según la información adelantada en medios italianos, en "Vía Crucis" Francisco reconoce que “los gastos están fuera de control" en el Vaticano y muestra sus reparos al proceso de contrataciones de la Santa Sede.
“Si no sabemos guardar el dinero, que se ve; cómo vamos a guardar las almas de los fieles, que no se ven”, es otra de las frases que se atribuyen al Santo Padre, luego de que fuera grabado sin su consentimiento en diversos diálogos.
En otro de los pasajes atribuidos al Santo Padre, el papa argentino no hace más que reclamar orden y procesos transparentes en las cuentas vaticanas.
Según el texto, el Papa comenta que «uno de los responsables me decía: "Pero vienen con la factura, y tenemos que pagar…" Pues no, ¡no se paga! Si algo se hace sin presupuesto previo y sin autorización, no se paga (…) ¡Claridad! Esto se hace en las empresas más modestas y tenemos que hacerlo también nosotros».
Por las filtraciones que sirvieron de material para los dos libros que estarán a la venta desde este jueves de manera coordinada, el Vaticano fijó su mira en Vallejo Balda, ex secretario de la Prefectura para los Asuntos Económicos del Vaticano, y Francesca Immacolata Chaouqui, experta en relaciones públicas.
Ambos formaron parte de una comisión instituida en 2013 por el entonces recién entronizado papa Francisco para asesorarlo en los cambios administrativos que necesitaba el Vaticano, aunque luego no fueron convocados para formar parte de la secretaría de asuntos económicos en la que el Santo padre designó al cardenal australiano George Pell.
"Vi apenas al Papa. Sus palabras: sigamos adelante con serenidad y determinación“, señaló en la noche del martes el “número tres” del Vaticano, el sustituto de la Secretaría de Estado, Giovanni Angelo Becciu, en su perfil de Twitter, ratificando el impulso del Sumo Pontífice a la investigación.
Apenas horas antes, Chaouqui negaba su participación en las filtraciones en el segundo interrogatorio al que fue convocada por las autoridades del Vaticano tras haber sido liberada el fin de semana.
"Yo estoy muy bien. No tengo nada que ver con los hechos. Es el monseñor quien ha tratado de acusarme", se defendió en las rdes sociales la RRPP de 33 años.
Vallejo Balda, en cambio, permanece en una celda de seguridad dentro del cuartel general de la Gendarmería Vaticana, en el mismo lugar donde fue detenido en 2012 Paolo Gabriele, el “cuervo” responsable de las filtraciones que dieron origen al primer “Vatileaks” durante el pontificado de Benedicto XVI.
Por su parte, el secretario de la Conferencia Episcopal Italiana, Nuncio Galantino, quien se entrevistó con Francisco aseguró no haberlo visto “particularmente amargado” y afirmó que la fuga de documentos “no es una debacle de la Iglesia” sino “un momento bello”, en el que “están emergiendo las negatividades y fragilidades”.
Galantino subrayó que las supuestas filtraciones de documentos clasificados (VatiLeaks) “seguramente” se deben a que “alguien teme el proceso de renovación”del Papa Francisco.
Según Nuzzi, debido a la mala gestión de las finanzas vaticanas, se han registrado "pérdidas por diferencias en el inventario" y "agujeros" de hasta 700.000 euros en el balance del supermercado del Vaticano y de 300.000 euros en el de la farmacia vaticana.
(*) Periodista
http://www.telam.com.ar/notas/201511/126366-papa-francisco-vatileaks-vaticano.html
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