ESTAMBUL.- El Papa ha llamado a los cristianos a ser "signo creíble de unidad y de paz" al
tiempo que ha pedido "humildad" para superar "divisiones" aunque ha
manifestado que "la variedad" -si está guiada por el Espíritu Santo-
jamás crea "conflicto.
Así lo ha puesto de manifiesto durante la
única misa pública de su viaje a Turquía, celebrada en la Catedral
latina del Espíritu Santo, de Estambul.
El pontífice ha propuesto
dejar atrás "el estilo defensivo" que se manifiesta en "una confianza
excesiva" en las propias "ideas o fuerzas" porque esa actitud lleva a
"la ambición y la vanidad" e impide "comprender verdaderamente a los
demás y estar abiertos a un diálogo sincero con ellos".
Improvisando y sin seguir el texto, el Papa ha dicho que la Iglesia es "fiel al Espíritu Santo cuando deja atrás la tentación de mirarse a sí misma".
"En
nuestro camino de fe y de vida fraterna, cuanto más nos dejemos guiar
con humildad por el Espíritu del Señor, tanto mejor superaremos las
incomprensiones, las divisiones y las controversias, y seremos signo
creíble de unidad y de paz", ha comentado en este sentido.
Durante la celebración estaban presentes el Patriarca de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I,
el Metropolitano Siro-Ortodoxo, Jean Kawak, el Vicario Patriarcal Armenio
Apostólico y otros representantes de las comunidades protestantes.
En
la Catedral católica de Estambul, Francisco ha explicado que sólo el
Espíritu Santo puede suscitar "la diversidad, la multiplicidad y, al
mismo tiempo, producir la unidad" mientras que ha criticado los
cristianos que se encierran en "particularismos y exclusivismos" porque
-según ha sentenciado- provocan "la división".
Antes de entrar en la catedral, Francisco ha soltados dos palomas y ha sido recibido por decenas de católicos a los gritos de ¡viva el papa!
Antes de entrar en la catedral, Francisco ha soltados dos palomas y ha sido recibido por decenas de católicos a los gritos de ¡viva el papa!
Durante la
homilía de la misa que ha celebrado tras haber rezado durante unos
minutos junto al Gran Muftí en la Mezquita Azul de Estambul, el Papa ha
hecho una diferencia entre la unidad impulsada desde "los planes
humanos" que implantan a su juicio "la uniformidad y la homogeneidad" y
la guiada por el Espíritu Santo.
"Si nos dejamos guiar por el Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca crean conflicto, porque él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia", ha explicado.
"Si nos dejamos guiar por el Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca crean conflicto, porque él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia", ha explicado.
Por otro lado, ha afirmado que la Iglesia está llamada a
dejarse guiar por el Espíritu Santo, "adoptando una actitud de
apertura, docilidad y obediencia" y ha añadido que los cristianos se
convierten "en auténticos discípulos misioneros, capaces de interpelar
las conciencias" si son capaces de abandonar "el estilo defensivo" para
dejarse conducir por el Espíritu.
"Es una visión de esperanza, pero al mismo tiempo fatigosa,
pues siempre tenemos la tentación de poner resistencia al Espíritu
Santo, porque trastorna, porque remueve, hace caminar, impulsa a la
Iglesia a seguir adelante. Y siempre es más fácil y cómodo instalarse en
las propias posiciones estáticas e inamovibles. En realidad, la Iglesia
se muestra fiel al Espíritu Santo en la medida en que no pretende
regularlo ni domesticarlo", ha reflexionado el Papa.
Así ha
explicado que la Iglesia que surge en Pentecostés recibe en custodia el
fuego del Espíritu Santo, "que no llena tanto la mente de ideas, sino
que hace arder el corazón" y que por ello es investida por el viento del
Espíritu "que no transmite un poder, sino que dispone para un servicio
de amor, un lenguaje que todos pueden entender"
Por último, el Papa ha subrayado que "los diversos miembros y carismas tienen su principio armonizador en el Espíritu de Cristo, que el Padre ha enviado y sigue enviando, para edificar la unidad entre los creyentes".
Por último, el Papa ha subrayado que "los diversos miembros y carismas tienen su principio armonizador en el Espíritu de Cristo, que el Padre ha enviado y sigue enviando, para edificar la unidad entre los creyentes".
Por la mañana el Papa ha hecho una "adoración silenciosa"
durante unos minutos junto al Gran Muftí en la Mezquita Azul de
Estambul, la más destacada de Turquía, según ha precisado el portavoz
oficial del Vaticano, padre Federico Lombardi.
Después se trasladó al
Museo de Santa Sofía en Estambul, que fue una antigua basílica
patriarcal ortodoxa, posteriormente reconvertida en mezquita y
actualmente en museo, según ha informado el Vaticano en una nota de
prensa.
El Papa ha comido en la Nunciatura Apostólica de Estambul,
llamada "Casa Roncalli" con representantes de la comunidad católica
local, de diversos ritos, según informó el Vaticano.
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