CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco ha advertido
de que ser obispo no es "una posición de prestigio ni un título
honorífico" sino "un servicio" y ha lamentado que algunos hombres
busquen esta posición para luego llegar a ella y "pavonearse".
Así lo ha
indicado durante la audiencia general de este miércoles.
"Es triste cuando se ve a un hombre que busca este oficio y que
hace tantas cosas para llegar a él y cuando llega, no sirve, se pavonea,
vive solo para su vanidad", ha explicado el Pontífice en su catequesis.
En este sentido, ha señalado que en la Iglesia no debe haber lugar
para una mentalidad según la cual se piense que los obispos llegan a
serlo porque han hecho una "carrera eclesiástica" porque, tal y como ha
precisado, "el episcopado no es un honor para presumir".
Francisco ha matizado que ser obispo significa "tener siempre
delante el ejemplo de Jesús" y ha añadido que este ministerio "no se
pide, no se compra sino que se acepta con obediencia, no para subir sino
para bajar". También ha subrayado que en la persona y el ministerio del
obispo se expresa "la maternidad de la Iglesia".
Por otro lado, ha insistido en la importancia de que los obispos
permanezcan "en comunión" como "un único colegio en torno al Papa" pues,
según ha precisado, una Iglesia en la que los diáconos y presbíteros no
están unidos al obispo "no es una Iglesia sana y fiel" sino "enferma".
"¡Qué bello es cuando los obispos, con el Papa, expresan esta
colegialidad y buscan ser más y más servidores de los fieles!", ha
exclamado el Papa, para subrayar que esto lo han experimentado en la
Asamblea del Sínodo de la Familia celebrada en octubre.
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