jueves, 26 de junio de 2014

Los gays y sus hijos no deberían sufrir prejuicios de la Iglesia Católica

CIUDAD DEL VATICANO.- La iglesia católica debe ser menos moralizante y, aunque siga opuesta al matrimonio homosexual, debería recibir en la fe a los hijos de las parejas con la misma dignidad, dijo el jueves un documento del Vaticano.

Un documento de trabajo de 75 páginas, realizado para preparar el sínodo de los obispos católicos previsto por el Vaticano para octubre para debatir asuntos de familia, también dijo que los 1.200 millones de católicos deberían ser menos excluyentes y más humildes.

El documento, conocido por su título en latín, "Instrumentum Laboris", subraya la gran separación entre las enseñanzas oficiales de la iglesia sobre moral sexual y su aceptación y comprensión por los fieles de todo el mundo.

Se basa en las respuestas a una encuesta de 39 preguntas repartida a todas las diócesis del mundo de cara al sínodo. Por primera vez en los preparativos para esta reunión, el Vaticano preguntó a los obispos que compartiesen la encuesta con los párrocos y que éstos buscasen la opinión de sus parroquianos.

La posición tradicional de la iglesia sobre la homosexualidad ha llevado en algunos casos a la exclusión de hijos de gays de las actividades de la iglesia.

Aunque el nuevo documento no apunta a ningún cambio inmediato en la condena de la iglesia a los actos homosexuales y su oposición al matrimonio gay y la adopción de niños por parte de los gays, empleó un lenguaje que fue menos moralista y menos compasivo que en anteriores comunicados del Vaticano.

Dijo que aunque los obispos sigan opuestos a los gobiernos que "redefinen" el matrimonio permitiendo uniones del mismo sexo, la iglesia tenía que encontrar el equilibrio entre sus enseñanzas sobre la familia tradicional y "una actitud respetuosa y no moralista respecto a la gente que vive en esas uniones".

Esa frase replica las ahora famosas palabras del papa Francisco sobre los homosexuales pronunciadas en el avión que lo llevaba de vuelta desde Brasil el pasado julio: "Si alguien es gay y busca al señor y tiene buena voluntad, entonces ¿Quién soy yo para juzgarlo?"

En el pasado, el Vaticano se ha referido a la homosexualidad como "intrínsecamente desordenada" y parte de "una moral malvada intrínseca".

La iglesia dice que los actos homosexuales son pecaminosos, pero no las tendencias homosexuales.

El documento apuntó que varios católicos que respondieron al cuestionario sintieron "cierta inquietud por el desafío de aceptar a esta gente con un espíritu piadoso y, a la vez, atenerse a la enseñanza moral de la iglesia".

"Sin embargo, cuando la gente vive en tales uniones necesita el bautizo de un niño, casi todas las respuestas enfatizan que ese niño debe recibir la misma atención, ternura y preocupación que otros niños", dijo.

Aunque los responsables del Vaticano han destacado que las enseñanzas de la iglesia contra la actividad homosexual no cambiaría bajo cualquier presión de la opinión pública, el documento dijo que "muchas respuestas" pedían "un estudio teológico en diálogo con las ciencias humanas para desarrollar un acercamiento de múltiples facetas sobre el fenómeno de la homosexualidad".

El documento reconoció que muchos católicos tienen un conocimiento superficial de las enseñanzas de su iglesia en asuntos como el control de la natalidad, la homosexualidad, el divorcio, las segundas nupcias, la cohabitación y otros asuntos ligados a la familia.

Muchos de los que respondieron vieron a la iglesia como demasiado exclusiva, distante y que esta falta de más humildad.

"Un estilo de vida perceptiblemente opulento en parte del clero muestra una incoherencia entre sus enseñanzas y su conducta. Algunos llevan una vida fiel y practican su fe de manera ostentosa, no logrando mostrar la verdad y la humildad necesaria para el espíritu de la palabra de Dios", dijo el documento.

Añadió que los católicos de todo el mundo que respondieron a las preguntas mostraron preocupación de que el abuso sexual a niños por parte de curas había debilitado "significativamente" la credibilidad moral de la iglesia, particularmente en Estados Unidos y Europa.

Los obispos debatirán el documento en octubre y podrían hacer recomendaciones sobre los cambios en las enseñanzas en la iglesia, algo sobre lo que decidiría el papa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario