CIUDAD DEL VATICANO.- Las muestras de afecto se volvieron tan
comunes como las señales de la cruz en la plaza San Pedro este viernes,
cuando miles de parejas de todo el mundo asistieron a un encuentro especial con el papa Francisco por el día de San Valentín.
Unas 25.000 personas comprometidas para casarse fueron
invitadas a un acontecimiento sin precedentes. Pero en cuanto se conoció
la noticia de la reunión, parejas de todas las edades -incluidos muchos
adultos mayores que han estado casados durante décadas- llenaron la
plaza.
Los enamorados se besaron, abrazaron y tomaron de la mano mientras escuchaban al Papa instarlos a tener el coraje de tomar decisiones duraderas y dejar de lado lo que llamó una cultura de lo descartable.
"Hoy, muchas personas temen tomar decisiones duraderas. Tomar decisiones que duran para toda la vida parece imposible, pero se puede hacer", dijo Francisco.
Bruno y Rita De Petris, quienes están casados desde hace 45 años, dijeron que fueron a la plaza porque aún se sienten como unos jóvenes enamorados. "Queríamos estar aquí porque sentimos que el matrimonio es una parte especial de la vida", dijo Rita.
El Papa dio un discurso improvisado en su mayor parte a las parejas y destacó que no debían temer las dificultades con las que pueden enfrentarse. Incluso bromeó sobre las suegras.
"Todos sabemos que la familia perfecta no existe. El marido perfecto no existe y la mujer perfecta no existe", expresó Francisco, quien luego de una pausa como para generar un efecto cómico agregó: "Ni hablemos de la suegra perfecta".
Los enamorados se besaron, abrazaron y tomaron de la mano mientras escuchaban al Papa instarlos a tener el coraje de tomar decisiones duraderas y dejar de lado lo que llamó una cultura de lo descartable.
"Hoy, muchas personas temen tomar decisiones duraderas. Tomar decisiones que duran para toda la vida parece imposible, pero se puede hacer", dijo Francisco.
Bruno y Rita De Petris, quienes están casados desde hace 45 años, dijeron que fueron a la plaza porque aún se sienten como unos jóvenes enamorados. "Queríamos estar aquí porque sentimos que el matrimonio es una parte especial de la vida", dijo Rita.
El Papa dio un discurso improvisado en su mayor parte a las parejas y destacó que no debían temer las dificultades con las que pueden enfrentarse. Incluso bromeó sobre las suegras.
"Todos sabemos que la familia perfecta no existe. El marido perfecto no existe y la mujer perfecta no existe", expresó Francisco, quien luego de una pausa como para generar un efecto cómico agregó: "Ni hablemos de la suegra perfecta".
La multitud se echó a reír.
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