CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco consideró que monseñor Óscar Arnulfo Romero,
cuya ceremonia de beatificación se celebró en San Salvador, fue capaz de
"ver y oír el sufrimiento de su pueblo".
En una carta enviada por
el pontífice al arzobispo de San Salvador y presidente de la
Conferencia Episcopal de El Salvador, José Luis Escobar Alas, el papa
agregó que el comportamiento de Romero fue "un ejercicio pleno de
caridad cristiana".
"En este día de fiesta para la nación
salvadoreña, y también para los países hermanos latinoamericanos, damos
gracias a Dios porque concedió al obispo mártir la capacidad de ver y
oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en
su nombre, lo orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un
ejercicio pleno de caridad cristiana", escribió el papa Bergoglio.
"Monseñor
Romero, que construyó la paz con la fuerza del amor, dio testimonio de
la fe con su vida entregada hasta el extremo", según la carta, cuyo
contenido fue difundido por el Vaticano.
"En ese hermoso país
centroamericano, bañado por el océano Pacífico, el Señor concedió a su
Iglesia un obispo celoso que, amando a Dios y sirviendo a los hermanos,
se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor", manifestó el papa.
Añadió
que Romero "supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo
fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia. Su ministerio se
distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados".
"Y
en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del
amor y de la reconciliación, recibió la gracia de identificarse
plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas", afirmó el
pontífice.
El papa dijo en su carta que "la voz del nuevo Beato
sigue resonando hoy para recordarnos que la Iglesia, convocación de
hermanos en torno a su Señor, es familia de Dios, en la que no puede
haber ninguna división".
E instó a "la Iglesia en El Salvador, en
América y en el mundo entero" a ser "rica en misericordia, a convertirse
en levadura de reconciliación para la sociedad".
"Es momento
favorable para una verdadera y propia reconciliación nacional ante los
desafíos que hoy se afrontan", añadió el papa, quien aseguró que
participa de las esperanzas del pueblo salvadoreño, se une a sus
oraciones "para que florezca la semilla del martirio y se afiance por
los verdaderos senderos a los hijos e hijas de esa nación, que se precia
de llevar el nombre del divino Salvador del mundo".
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