CÓRDOBA.- El Papa Francisco ha llamado de nuevo este
sábado a las Carmelitas Descalzas de Lucena, Córdoba, España, después de que lo
hiciera a finales del año pasado, con el objetivo de transmitir
recuerdos y cariño a los vecinos del municipio cordobés, que también se
interesan por Su Santidad.
Según ha explicado hoy Sor Adriana de Jesús Resucitado,
priora de la congregación y natural de Argentina, junto con otras dos
compañeras, la conversación duró unos 40 minutos, en los que se interesó
por las monjas de la comunidad de clausura y las personas que les
visitan.
Así, ellas le comentaron "las intenciones de toda la gente que se
acerca al convento, que transmiten que le digamos al Papa que siga como
es", además de las muchas oraciones que realizan. Ante ello, según
detalla, "el Papa se conmovió mucho al escuchar los mensajes de la
gente", y pidió que le dijeran al capellán que "hiciera llegar al pueblo
su recuerdo, su oración, su bendición y que seamos buenos y sigamos
rezando por él".
También, "habló sobre el valor de la clausura", pero "el mensaje
que nos manda transmitir es que él también responde de alguna manera a
todos los que nos han pedido oraciones, se han acercado al torno y que
rezan por él", ha explicado Sor Adriana de Jesús Crucificado.
Entretanto, recuerda que el Papa les llama al ser amigos, tras una
relación "desde hace muchos años de Argentina", al tiempo que indica
que se interesó "mucho" por las monjas argentinas de Lucena, "porque
fuimos de las primeras en llegar a monasterios de España y no perdimos
el contacto, con dos o tres llamadas al año", pero no esperaban que lo
hiciera como Papa.
Al respecto, destaca "la gran amistad" y que sea "muy espiritual,
pero con los pies en la tierra y muy cercano", de manera que "no quiere
perder el contacto con la gente y es muy sacerdote", con actitudes de
"sencillez". A la espera de una nueva llamada, dice que es
"imprevisible" y que no sabe cuándo será la próxima, sonríe sor Adriana
de Jesús Crucificado.
Según ha adelantado la prensa provincial, el Pontífice volvió a
marcar el número de teléfono del monasterio de San José a las 16,30
horas del pasado sábado y encargó a las religiosas que transmitieran sus
palabras a los sacerdotes de la localidad para que éstos, a su vez, las
difundieran en las diferentes eucaristías celebradas durante este fin
de semana.
Iván Martín Tejada Hidalgo, capellán de las Carmelitas Descalzas,
ha señalado que las monjas le informaron de esta nueva llamada el
sábado, poco después de producirse. Seguidamente, hizo partícipe del
diálogo a David Aguilera Malagón, párroco de San Mateo Apóstol y vicario
episcopal de la Campiña cordobesa.
Ésta es la segunda ocasión en la que el Papa se pone en contacto
directo con las religiosas lucentinas, tras la conversación mantenida el
31 de diciembre del pasado año, cuando telefoneó a la comunidad de
clausura para felicitar el año nuevo a la comunidad carmelita.
Entonces el contacto dio la vuelta al mundo, por el simpático
hecho de que el Papa dejase a las madres carmelitas un mensaje personal
en el contestador automático en el que se preguntaba: "¿Qué estarán
haciendo las monjas, que no pueden atender?" y las emplazaba a un
contacto posterior, que se produjo unas horas más tarde.
Con motivo de la primera conferencia, efectuada en las últimas
horas del año 2013, Sor Adriana de Jesús Resucitado, priora de la
congregación, manifestó que la relación de las tres monjas argentinas
que residen en la avenida de Santa Teresa de Lucena con el Papa empezó
hace 15 años, cuando Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos
Aires. "Siempre llamaba pidiendo oraciones y se interesaba por nosotras,
aunque nunca hubo un trato directo y personal", añadió.
En aquella ocasión, el Papa Francisco insistió en trasladar
mensajes de "ánimo, esperanza y alegría".
"Es el mismo de siempre",
afirmó Sor Adriana hace ocho meses. Asimismo, declaró que "jamás
pensaban" que el obispo de Roma podría llamarlas, aunque sabían que
"estaban en su corazón".
Cabe destacar que la relación del Papa con Lucena es estrecha,
puesto que después de Navidad el Papa envió recuerdos a las Carmelitas
Descalzas con una pareja lucentina a la que recibió en Roma y ya el
pasado 26 de febrero, bendijo en la Plaza de San Pedro del Vaticano la
imagen de Juan Pablo II realizada por el escultor lucentino Francisco
Javier López del Espino y que desde hace unos meses preside una de las
capillas laterales de la recuperada iglesia de San Pedro Mártir.
En marzo el Papa remitía al consistorio lucentino una carta en la
que declinaba amablemente la invitación cursada por el Ayuntamiento con
motivo de una próxima visita a España. No obstante, en su misiva de
respuesta, el Papa Francisco mostraba al Consistorio de la comarca de la
Subbética su agradecimiento por el ofrecimiento y enviaba a todos los
lucentinos su "especial bendición apostólica".
No hay comentarios:
Publicar un comentario