CIUDAD DEL VATICANO.- En el encuentro con los periodistas durante el vuelo de regreso de Cracovia
a Roma, el Papa Francisco ha manifestado que «identificar Islam con
violencia no es justo y veraz. En casi todas las religiones hay grupos
fundamentalistas. Nosotros también los tenemos».
El Santo Padre reconoció que «hay grupos fundamentalistas»
en el Islam, y que «el llamado Estado Islámico se presenta como
violento: degüellan según el documento de identidad. Pero esto es un
grupo fundamentalista. Y no se puede decir que el Islam sea terrorista».
Recordó que hace poco tiempo, durante la primera visita del Gran Imán de la Universidad de Al Azhar al Vaticano, «he hablado largamente con él y sé lo que piensan».
Para que no quedasen dudas, Francisco añadió que «todos los días veo violencia en Italia: gente que mata a su novia, a su suegra… Y estos son católicos bautizados. Si hablamos de violencia islámica tenemos que hablar de violencia católica».
En cuanto al terrorismo, el Papa hizo notar que es un fenómeno muy amplio incluyendo, por ejemplo, el terrorismo tribal en África. Advirtió que, en cualquier lugar, «el terrorismo crece cuando no hay empleo. O cuando el sistema económico pone en el centro el dios Dinero. Esto es el primer terrorismo, contra toda la Humanidad».
Respecto a la represión en Turquía, Francisco explicó que no ha hecho comentarios en público «porque no estoy seguro de lo que está sucediendo», y rechazo explícitamente que su silencio se deba al interés por evitar represalias contra los católicos. Refiriéndose a su condena del genocidio armenio, recordó que «cuando he tenido que decir algo que no gustase a Turquía lo he hecho. Se debe siempre evitar el daño a los católicos, pero no al precio de la verdad».
En una línea similar, comentó que tampoco es clara la posible responsabilidad del cardenal australiano George Pell respecto a los comportamientos sexuales incorrectos de los que ha sido acusado recientemente.
Aún así marco distancias respecto al secretario de Economía del Vaticano haciendo notar que «las primeras noticias son confusas. El caso está en manos de la justicia y no se debe juzgar por adelantado. No debe haber un juicio mediático. Una vez que la justicia hable, yo hablaré».
En cambio, quitó cualquier importancia a su caída durante la misa celebrada el jueves en el santuario mariano de Czestochowa: «Estaba mirando a la imagen de la Virgen y me olvidé del escalón. Llevaba el incensario en la mano. Cuando me di cuenta de que me caía, me dejé ir. Si hubiese intentado evitarlo, habría tenido consecuencias».
Respecto a su participación en la Jornada Mundial de la Juventud que ha convocado para el verano del 2019 en Panamá, Francisco volvió a comentar que «quizá yo no vaya, pero va a ir Pedro».
Cuando se van a cumplir 80 años, no es prudente hacer planes a ese plazo pero, al mismo tiempo, tampoco hay nada que inquiete en su salud. Francisco aplicaba simplemente la prudencia: no está seguro de poder ir él, pero está seguro de que ira un Papa.
Recordó que hace poco tiempo, durante la primera visita del Gran Imán de la Universidad de Al Azhar al Vaticano, «he hablado largamente con él y sé lo que piensan».
Para que no quedasen dudas, Francisco añadió que «todos los días veo violencia en Italia: gente que mata a su novia, a su suegra… Y estos son católicos bautizados. Si hablamos de violencia islámica tenemos que hablar de violencia católica».
En cuanto al terrorismo, el Papa hizo notar que es un fenómeno muy amplio incluyendo, por ejemplo, el terrorismo tribal en África. Advirtió que, en cualquier lugar, «el terrorismo crece cuando no hay empleo. O cuando el sistema económico pone en el centro el dios Dinero. Esto es el primer terrorismo, contra toda la Humanidad».
Respecto a la represión en Turquía, Francisco explicó que no ha hecho comentarios en público «porque no estoy seguro de lo que está sucediendo», y rechazo explícitamente que su silencio se deba al interés por evitar represalias contra los católicos. Refiriéndose a su condena del genocidio armenio, recordó que «cuando he tenido que decir algo que no gustase a Turquía lo he hecho. Se debe siempre evitar el daño a los católicos, pero no al precio de la verdad».
En una línea similar, comentó que tampoco es clara la posible responsabilidad del cardenal australiano George Pell respecto a los comportamientos sexuales incorrectos de los que ha sido acusado recientemente.
Aún así marco distancias respecto al secretario de Economía del Vaticano haciendo notar que «las primeras noticias son confusas. El caso está en manos de la justicia y no se debe juzgar por adelantado. No debe haber un juicio mediático. Una vez que la justicia hable, yo hablaré».
En cambio, quitó cualquier importancia a su caída durante la misa celebrada el jueves en el santuario mariano de Czestochowa: «Estaba mirando a la imagen de la Virgen y me olvidé del escalón. Llevaba el incensario en la mano. Cuando me di cuenta de que me caía, me dejé ir. Si hubiese intentado evitarlo, habría tenido consecuencias».
Respecto a su participación en la Jornada Mundial de la Juventud que ha convocado para el verano del 2019 en Panamá, Francisco volvió a comentar que «quizá yo no vaya, pero va a ir Pedro».
Cuando se van a cumplir 80 años, no es prudente hacer planes a ese plazo pero, al mismo tiempo, tampoco hay nada que inquiete en su salud. Francisco aplicaba simplemente la prudencia: no está seguro de poder ir él, pero está seguro de que ira un Papa.
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