CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco afirmó hoy que los buenos padres son aquellos que
saben "perdonar desde el corazón y corregir con firmeza" a sus hijos, y
que les castigan cuando tienen que hacerlo, pero nunca les dan "una
bofetada en la cara".
"Los hijos necesitan un padre que les acoja al
volver a casa con sus fracasos. Harán todo lo posible para no admitirlo
ni demostrarlo, pero lo necesitan. Y los padres a veces tendrán que
castigarlos, pero nunca se da una bofetada en la cara", afirmó el máximo
representante de la Iglesia católica.
El pontífice realizó estas reflexiones durante la audiencia general
que celebró este miércoles ante miles de fieles en el Aula Pablo VI del
Vaticano. Durante su discurso, Jorge Bergoglio destacó la importancia
que tiene para las familias la "figura del padre" y sostuvo que "para
ser un buen padre, lo primero es estar presente" en el núcleo familiar.
"Para ser un buen padre, lo primero es estar presente en la familia,
compartir los gozos y las penas con la mujer, acompañar a los chicos a
medida que van creciendo: cuando juegan y cuando trabajan, cuando no
tienen preocupaciones y cuando están en dificultades", apuntó.
Y matizó: "Estar presente no es lo mismo que controlar. Porque los
padres muy controladores anulan a los hijos, no les dejan crecer".
Bergoglio concluyó su discurso insistiendo en que un buen padre
muestra con sus hijos "cercanía, dulzura y firmeza" y no se vanagloria
"de que el hijo sea como él, sino que se alegra de que aprenda la
rectitud y la sensatez, que es lo que cuenta en la vida".
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